Más de cien damas hermosas. Manuel Peña Muñoz

Sergio Andricaí­n

Los libros de adivinanzas tienen la peculiaridad de permitir al niño iniciarse en la lectura de versos que los ponen en contacto con formas de la poesí­a folclórica de métrica sencilla y gran musicalidad. Además, las adivinanzas también son una forma ideal para que los pequeños comiencen a descifrar metáforas, un tropo al que, con gran frecuencia, apelan los poetas pupulares y cultos. Si unimos a lo anterior su carácter lúdico, entenderemos por qué este tipo de obras suelen ser tan cálidamente recibidas por los pequeños y, también, por los adultos.

Con el sugerente tí­tulo de Más de cien damas hermosas, el escritor e investigador chileno Manuel Peña Muñoz da a conocer una recopilación adivinanzas procedentes de la rica tradición hispanoamericana. Las hay divertidas y alegres ("Salgo de la casa/ voy a la cocina/meneando la cola/ como una gallina"); otras en cambio, son más lí­ricas y filosóficas ("Llenos de hojas están/ pero árboles no son/ estos amigos tan buenos/ adivina quiénes son"). Todas, sin duda, retadoras de la inteligencia y sensibilidad de quien las lee y descifra.

Cada acertijo viene acompañado de una ilustración que ocupa una o dos páginas. Y esas imágenes “que suelen dar una pista para dar con la respuesta del enigma “ fueron creadas por el también chileno Ví­ctor Mahana Nazary apelando a técnicas disí­miles (dibujo a lí­nea y en computadora, collage, pintura al óleo...) y a estilos artí­sticos muy diferentes del arte contemporáneo (surrealismo, pop art, hiperrealismo, grafismo...).

Un buen regalo para poner en las manos de cualquier niño.